Compañero jubilado:
Es muy posible que formes parte del numeroso grupo de compañeros que están marginados de lo que sucede al interior de nuestra Asociación Nacional de Jubilados.
Es muy posible que desconfíes y te encuentres desencantado por observar la desorganización y falta de capacidad que, por años, la directiva nacional ha demostrado para aglutinar a los asociados y moverlos hacia una efectiva defensa de nuestros derechos y de nuestras prestaciones.
Tal vez te preguntes si la directiva representa en verdad los intereses y las aspiraciones de los jubilados, o está impuesta para servir otros intereses a los que conviene la movilidad, la inacción y la pasividad para que se puedan tomar sin ninguna respuesta, las medidas que consideren convenientes.
Quizá te cuestiones si el manejo de las aportaciones ha sido transparente y en estricto apego a la honestidad y a la ética.
Nosotros nos hemos hecho las mismas preguntas, hemos sentido las mismas inquietudes. También nos hemos cuestionado sobre nuestro futuro: ¿Qué sucederá con nosotros ante un entorno que es cada vez más complejo y más agresivo? Solo por citar algunos ejemplos mencionaremos: La expulsión de los empleados de confianza, del Contrato Colectivo de Trabajo, el Nuevo Plan de Pensiones que la empresa trató de imponernos, el Incremento Salarial diferenciado que se planteó en el 2014, y que se aplica de nuevo en el 2019, y el mayor riesgo de todos: La inminente “Separación Funcional” de la Empresa.
Todas estas afectaciones se empezaron a gestar hace varios años, y ante la total pasividad de la Directiva de nuestra Asociación, un numeroso grupo de asociados abandonó de plano la Agrupación y empezaron a organizarse y defenderse en forma independiente. Otro grupo numeroso, consideramos que mantener la unidad y la acción conjunta resultaba la forma más prudente y efectiva de defender nuestros derechos. Muchas veces intentamos que el entonces presidente, Apolinar Hernández, asumiera el papel de líder, y que organizara y dirigiera eficazmente nuestro grupo. Lo primero que encontramos es que quien era presidente de los asociados, no solo carecía de los atributos y capacidad necesarios, sino que además tenía un auténtico pavor de enfrentar a los asociados por su falta de argumentos y por su notoria impericia para afrontar la crítica. Para no evidenciar sus limitaciones, se empeñó a toda costa que los asociados se reunieran en grupos que no estuvieran bajo su total control, y que no fuera con otro fin sino el recreativo o de convivencia social.
Fue preciso que los propios asociados empezáramos a asumir nuestras propias acciones de defensa, no digamos “Sin Apolinar”, sino que en realidad tuvieron que ser “A pesar de Apolinar”.
Empezamos por descubrir la absoluta y total desorganización que había “en casa”, observamos que casi la totalidad del patrimonio de la asociación ($3.3 MdP) ya estaba comprometido, supuestamente, para regularizar ante el SAT la situación fiscal de la Asociación. Descubrimos que este diagnóstico estaba dado por un contador que tenía relación particular con Guadalupe Serrano, y que el problema con el SAT tenía como origen el descuido y desatención que los propios directivos tuvieron para cumplir con las obligaciones fiscales. Decidimos remover a dicho contador y se contrató a otro, que regularizó con un costo mínimo y sin mayor problema el asunto fiscal.
El manejo de los recursos de la Asociación estaba dado de manera discrecional por los directivos, que, sin ningún Programa de Trabajo, lo manejaron a capricho y se empezaron a evidenciar notorias contradicciones entre lo que las secciones reportaban a la Asociación, y lo que ellos asentaban en sus registros. También mediante auditoría externa, que nosotros contratamos, se detectaron importantes faltantes en la caja que hasta la fecha, no han sido explicados.
En tanto no hubiera una clara explicación de los faltantes, una conciliación de las cuentas y una explicación del uso de cuotas, las diferentes secciones acordamos retener las aportaciones localmente (no “dejar de pagar” como se les ha hecho creer).
El punto culminante de estas acciones fue la Asamblea General de Octubre de 2018, a la cual Apolinar Hernández se negó sistemáticamente a convocar, a pesar de que 25 representantes de sección se lo solicitaron en un documento conjunto, entregado en presencia de la Comisario de la Asociación, documento que con toda soberbia se negó a firmar de recibido.
En dicha Asamblea del 30 de octubre, los asociados tomaron una decisión inédita: remover de sus cargos a Apolinar Hernández y a Guadalupe Serrano, y expulsar de la asociación a Guillermina Monroy Linares, por considerar a ésta última un elemento verdaderamente nocivo, autora intelectual, junto con Guadalupe Serrano, de la mayoría de las elucubraciones, de las violaciones a nuestro marco estatutario, y por fomentar y promover la desinformación, la intriga y el divisionismo dentro de los asociados.
Hoy nos encontramos que estas personas continúan burlando la voluntad de los asociados, y en un esfuerzo desesperado, están armando un montaje que les permita nombrar una “nueva directiva”, con lo que se advierte que buscan tres claros propósitos:
PRIMERO: Que alguien les cubra las espaldas, que no les pida rendición de cuentas, que se dé “borrón y cuenta nueva”, olvidando las irregularidades y los faltantes detectados en auditoría. Eludir la responsabilidad de hacer entrega de los bienes que tienen secuestrados. Que otros den la cara por los problemas que generaron.
SEGUNDO: Ahondar en la División de los asociados, bajo el principio de “Divide y vencerás”, promoviendo la desinformación y la intriga. Crear y propagar el falso rumor de que existe un “enfrentamiento interno”, especialmente entre los jubilados de Metropolitana y los de Foráneas.
TERCERO: Que se borre de la historia -como si esto fuera posible- el hecho ignominioso de que formaron parte de la peor directiva que ha tenido la Asociación en toda su historia, y que han sido las únicas personas que han tenido que ser removidas de sus puestos, dos de ellas, y otro más, la única persona que ha sido expulsada de nuestra organización.
No te pedimos compañero, que creas irreflexivamente lo que aquí mencionamos, te pedimos que hagas un esfuerzo por documentarte, por analizar los hechos, y por convencerte a ti mismo.
No te prestes a la farsa, no te dejes engañar. Hoy más que nunca, necesitamos la unidad de todos los asociados. Estamos ante la situación más crítica que nuestra comunidad de jubilados ha tenido: La separación funcional que debe concretarse este 30 de septiembre, y que abre muchas inquietudes que no tienen respuesta. La empresa puede, en cualquier momento declararse en quiebra y liquidarnos conforme a la ley. Es aquí donde debemos enfocar nuestra atención, es aquí donde tenemos que actuar. No permitas que los traidores que tienen la consigna de mantenernos divididos se salgan con la suya. Te extendemos la mano franca, invitándote a formar parte del cambio que estamos impulsando.
Nuestra Mesa Directiva, cuenta con el Acta Notariada, debidamente protocolizada y su correspondiente asentamiento en el Registro Público de la Propiedad. Cuenta ya con el control de las cuentas bancarias de la Asociación, se ha iniciado la Conciliación de pagos de todas las secciones, y están ya fluyendo las aportaciones que estaban retenidas. Por otra parte, estamos contrademandando a Apolinar y exigimos por supuesto la INMEDIATA ENTREGA DE LOS BIENES DE LA ASOCIACIÓN Y DE LA CASA SEDE.
Los asociados estamos unidos en torno a Miguel Ángel Ramírez Cerón, único y legítimo presidente de nuestra Asociación. Te invitamos a contactar con nuestros auténticos representantes.
Marcamos copia del presente escrito a Apolinar Hernández, para que quede evidenciado y notificado de que el montaje que está haciendo, es a todas luces ilegal y que cuenta con el repudio de la inmensa mayoría de los asociados y se detalla la relación de Representantes y Asociados de las secciones que integran la Asociación y respaldan este comunicado.
Atentamente
Miguel Ángel Ramírez Cerón
Presidente